viernes, 2 de diciembre de 2011

Phenomena on tour Madrid


CRóNICA DEL PASE DE "REGRESO AL FUTURO" Y "CAZAFANTASMAS"


Después de varios meses arrasando en Barcelona, “Phenomena, The Ultimate Cinematic Experience” prueba suerte en Madrid, eligiendo una sede acertadísima, como es el cine Palafox –uno de los pocos cines clásicos que quedan aún en pie-, y con el propósito de consolidarse también en tierras madrileñas.

Y lo hace por todo lo alto, con un éxito de público apabullante.

Nunca pensé que podría volver a sentir el entusiasmo que experimentaba yendo al cine, cuando aún era un niño, a finales de aquellos maravillosos años ochenta. Pero el pasado domingo me olvidé de las preocupaciones propias de los adultos y me dejé llevar por la magia que inundaba el cine Palafox, gracias a un proyecto tan arriesgado como seductor, surgido de la mente de Nacho Cerdà.

“Phenomena, The Ultimate Cinematic Experience” pretende recuperar el ambiente que se respiraba en una época distinta, ni peor ni mejor, pero donde ir al cine era una experiencia inolvidable y única. Además, esta iniciativa es una forma de conseguir que los cines se adapten a los nuevos tiempos y puedan competir con los avances tecnológicos, los cuales amenazan su supervivencia.

Para recrear las sensaciones que experimentábamos en los ochenta, nada mejor que empezar con un emocionante video de presentación de “Phenomena”, plagado de los grandes momentos de aquel apasionante e irrepetible cine de género. Apoteósico el tramo en que apareció una secuencia de “Indiana Jones” seguida de otra de “La Guerra de las Galaxias”, y el público rompió en aplausos y alaridos de gozo.

La emoción comenzaba notarse en el ambiente festivo, y creció hasta que los espectadores nos convertimos en cómplices de una experiencia que sólo puede entenderse desde la nostalgia colectiva.

Muchos recordamos porqué el cine nos gustaba tanto de niños, cuando nos limitábamos a disfrutar de la película y no estábamos encorsetados por nuestras mentes adultas, incapaces de soñar y con una peligrosa tendencia al escepticismo.

En aquel tiempo todo era posible, la magia realmente existía, y los directores y guionistas de aquellas películas lo comprendían mejor que nadie.

Y de pronto, emergió la pegadiza sintonía de “Movierecord”, acompañando las imágenes –tarareada por un público entregado ya a la causa-. Ya no había vuelta de hoja. Habíamos viajado en el tiempo. Eran los años ochenta y tenía la impresión de tener menos de doce años.

A continuación, proyectaron unos cuantos anuncios de detergentes y panes de la época –con la presencia de Gracita Morales-; los cuales despertaron más de una carcajada y mohín de nostalgia.

Y antes de las esperadas películas, pudimos ver un conjunto de extraordinarios trailers cinematográficos: “Willow”, “Un hombre lobo americano en Londres”, “El secreto de la pirámide”…

Entonces, tras los trailers, lo que todo el mundo venía a ver: un estupendo pase doble, compuesto por “Regreso al futuro” y “Los Cazafantasmas”.

Qué más se podía pedir.

Nacho Cerdá ofició de maestro de ceremonias, y lo hizo cargado de buena voluntad y amabilidad. Supo calmar los ánimos cuando se produjo un pequeño problema técnico que retrasó un poco la programación, poner algo de cordura ante el excesivo entusiasmo de algunos asistentes y formular una pregunta, cuya respuesta valía el excelente cartel del evento –donde aparecían todos los personajes de las películas incluidas en el programa.

El público ovacionaba a los actores cuando aparecían por primera vez en pantalla. Inolvidable el estruendoso aplauso cuando se vio en pantalla a Christopher Lloyd o cuando todo el público cantaba al unísono “Ghostbuster”. Si hasta los coches protagonistas se llevaron una sonora ristra de aplausos.

Nacho Cerdá comentó que, probablemente, habrá más “Phenomena” en Madrid. La siguiente doble sesión –si no se producen cambios de última hora- será: “Alien” y “Desafio Total”. 

Ojalá “Phenomena” se quede en Madrid, y extienda sus tentáculos cinematográficos por las demás comunidades.

Aprovecho estas líneas para lanzar una propuesta a los organizadores. Si Nacho, o alguna de las mentes pensantes detrás de “Phenomena”, leen este artículo –crónica sesgada y parcial de una experiencia personal-,  me harían infinitamente feliz  si programarán en algún momento: “Robocop” y “Conan”.