jueves, 5 de enero de 2012

Rock 'n Wrestle (Melbourne House) (1985), versión Amstrad CPC 464

La portada era fabulosa
 Este videojuego —junto con la mayoría de los videojuegos con la opción de dos jugadores fue uno de los que más jugué cuando era niño. Y fue así por dos motivos; por el ya mencionado, es decir, siempre disfruté más compartiendo las partidas con otra persona —en la mayoría de los casos, mi hermano—; y porque en aquel momento estaba de moda la WWF gracias a la aparición de un nuevo canal de televisión en España, llamado “Telecinco”, el cual retransmitía los combates de lucha libre los fines de semana, creo.

Y este videojuego de lucha libre era el único que existía por entonces. Años después, aparecería el videojuego oficial de la WWF, con un nivel gráfico muy superior al “Rock´n Wrestle”, pero que, en mi opinión, al menos en la versión Amstrad, era demasiado lento y su jugabilidad dejaba bastante que desear. 

 La verdad es que nunca pude probarlo en otra versión porque la única oportunidad que tuve de hacerlo fue en casa de un amigo, en un Spectrum 128, y no logramos que funcionara aquel día ni la primera carga. Y eso, que era original. Nos pasamos un mediodía entero intentando cargarlo, pero se nos hizo tarde y cada uno debía comer en su casa para ir al colegio por la tarde. Después no surgió otra oportunidad, por unas cosas u otras.

Además, el WWF fue uno de los videojuegos que empezó a tener cargas interminables y como casi siempre se estropeaba al final, provocaba que creciera en ti un alto grado de frustración y un desdén inimaginable hacia el videojuego que te había hecho perder horas para luego no poder jugarlo. 

De todas formas, ahora, gracias a los emuladores, lo volveré a probar en Amstrad CPC, y escribiré un análisis más objetivo. 

Y lo haré, principalmente, porque me he llevado una enorme decepción al revisar “Rock´n Wrestle”.

Un lastima que este videojuego no resista un análisis obviando el enorme cariño que le profeso, debido a que me hizo pasar tardes enteras jugando; enfrentándome a mi hermano, en aquellos combates inolvidables, que trataban de emular lo que acabábamos de ver en la televisión. 

La pantalla de carga me sigue gustando


Creo que no lo he contado, pero debido a que el monitor del Amstrad CPC 464 era muy caro en color, allá por mediados de los ochenta, mis padres nos compraron uno en verde fosforito. En su momento, cuando era un niño, envidiaba a aquellos que compraron el de color. Pero ahora, pasados los años, muchas veces, cambio la configuración del emulador para jugar a mis clásicos de 8 bits de la misma forma que lo hacía cuando era niño. 

Así veía yo los juegos en mi casa
De hecho, cuando los veo en color, cosa que hago para poder ofrecer un análisis más completo de los videojuegos, me resultan distintos, como si esos no fueran los videojuegos que amé en mi infancia. En mi memoria, aquellos videojuegos eran de tonos verdes. Y ahora, salvo, por ejemplo, “The way of the exploding fist”, “Camelot Warriors” o “Army Moves, que en color ganan muchísimo, la mayoría de los videojuegos me gustan más con la configuración de pantalla en verde.
Y “Rock 'n Wrestle”, no es ninguna excepción a la regla. Pues el color, demasiado pixelado y estridente, afea el acabado gráfico y le da al conjunto un aspecto horrible. En verde, al menos se suaviza un poco la fuerte impresión que causa el pobre colorido. 

Lo mejor del programa son los diseños de los personajes, pero me refiero solo al atuendo. Porque la calidad gráfica es algo pobre, vista hoy en día. Los movimientos son lentos y las animaciones poco fluidas. 

Destaca el aspecto tridimensional que ofrece el videojuego y los 25 golpes que podemos efectuar. Los efectos de sonido son bastante rudimentarios y poco vistosos.  La jugabilidad, en su día, me pareció prodigiosa; ahora, me parece escasa.


 Volver a jugar a este videojuego, que en sus momento me maravilló —aún recuerdo cómo molaba subirte a la esquina del ring, saltar encima del contrario caído y propinarle codazos mientras te burlabas de tu compañero de partida y te vanagloriabas de tu destreza como luchador— ha sido una experiencia dura. Pues el programa ha envejecido muy mal. Siendo, hasta el momento, el videojuego de 8 bits que más me ha decepcionado de todos los que he vuelto a jugar en la actualidad.

Mi Amstrad CPC era como este.
De todas formas, si queréis un emulador gratis y no sabéis cual, mirad este enlace de los compañeros de Amstrad Esp -uno de los mejores sitios para saber más del Amstrad y donde podréis encontrar gran variedad de títulos clásicos y nuevos; sí, la escena retro está viva, aunque cada vez más parada en el caso concreto de Amstrad.

En caso, de que no sepáis o tengáis alguna duda o curiosidad al respecto, decidmelo en los comentarios, y os aclararé todo lo que esté en mi mano.