lunes, 27 de febrero de 2012

Oh Mummy!, versión para Amstrad CPC 464

Te internas en la penumbra de la Pirámide, y sientes el sonido de pasos detrás de ti. Algo acecha en la oscuridad. Temes volverte; pero no te queda más remedio. Así que te vuelves, muy despacio. Cuando tus ojos se encuentran con los de una espantosa momia egipcia, echas a correr, para que no te atrape. Huyes por los largos pasillos cubiertos de piedra, descubriendo que esconde cada una de las estancias, hasta que topas de frente con otra momia. Las posibilidades de salir vivo del interior de la pirámide merman a cada paso que das. 

 “Oh Mummy” fuel el primer videojuego al que jugué en mi recién comprado Amstrad CPC 464, a mediados de los ochenta, debido a que en aquella época la tienda te regalaba siete videojuegos de Amsoft al adquirir el ordenador en su establecimiento. No sé si aquello era norma en toda España, o fue algo exclusivo de dicha tienda. Aunque me imagino que se haría en todo el país, ya que después salió una promoción en la que se empezaron a regalar lujosos packs de “Dinamic” con la compra de un Amstrad 6128.

El protagonista de este videojuego es un arqueólogo del Museo Británico, quien tiene la complicada misión de encontrar cinco momias reales en las pirámides de Egipto. Para avanzar de una tumba a otra debes hallar la momia y la llave que te permitirá acceder al siguiente nivel; y obviamente, si mientras buscas a la momia, das con algo de valor, tu pertinaz arqueólogo se lo quedará para su disfrute personal. 

Para ver el contenido de las distintas estancias cuadradas —y encontrar así, a la momia y la llave— basta rodearlas. Una vez la marca de nuestras huellas abarque todo el cuadrado, la estancia se iluminará y nos mostrará lo que contiene. 

Pero no va a ser tan fácil, pues cada tumba estará custodiada por una momia, que tratará de atrapar a nuestro simpático personaje. Si lo consigue, perderemos una vida. 

Aparte de la llave y la momia real, las distintas estancias contendrán: cofres, momias, que se unirán a la que nos persigue, y un pergamino que siempre confundí con un chupete, el cual nos permitirá comernos una momia.

El videojuego tiene tres niveles distintos de dificultad y cinco de velocidad. Gráficamente el juego es algo simple —incluso con respecto a los demás videojuegos de entonces— y los diseños de los personajes —si bien, resultan simpáticos— son demasiado esquemáticos. 

La música que acompaña las andanzas de nuestro arqueólogo es muy pegadiza y proporciona a la atmósfera del videojuego la sensación de estar en Egipto.
 
Oh Mummy! es un videojuego sin demasiados alardes ni aspiraciones, pero tremendamente adictivo y divertido. 


De todas formas, si queréis un emulador gratis y no sabéis cual, mirad este enlace de los compañeros de Amstrad Esp -uno de los mejores sitios para saber más del Amstrad y donde podréis encontrar gran variedad de títulos clásicos y nuevos; sí, la escena retro está viva, aunque cada vez más parada en el caso concreto de Amstrad.

En caso, de que no sepáis o tengáis alguna duda o curiosidad al respecto, decidmelo en los comentarios, y os aclararé todo lo que esté en mi mano.