martes, 28 de febrero de 2012

"Rambo", versión Amstrad CPC 464


Tú misión es suicida. Pero no te importa. No tienes nada que perder. No encuentras tu lugar en la civilización. La guerra es lo único que da sentido a tu vida. Así que ajustas la cinta a tu cabeza, amartillas las armas, te vistes de forma adecuada y te preparas para una peligrosa incursión en territorio enemigo. Si mueres o eres capturado, estarás solo. Ningún alto mando responderá de tus acciones. La vida de muchos prisioneros de guerra está en tus manos. ¿Serás capaz de salvarlos a todos, y huir?

"Rambo" es uno de los peores programas de este estilo, aunque contiene elementos interesantes. En mi opinión, este videojuego es mucho peor que el potente “Ikari Warriors” o el magnífico “Mercenario”; incluso, puede que sea más flojo que “Commando” —aunque esto último, no lo tengo tan claro—. Aún así, resulta increíble que la encargada de desarrollar esta primeriza adaptación de la popular película —que a su vez, adaptaba una interesante novela con un final mucho más acertado que el del film— no sea otra que “Ocean” —una de mis compañías preferidas—. En defensa de la desarrolladora inglesa, se puede aludir a que fue una de sus primeras conversiones. “Rambo” fue publicado en 1985.

Excelente pantalla de presentación
 
En lo que se refiere a los gráficos, “Rambo” no es peor que otros videojuegos de estilo similar, como los nombrados en el párrafo superior. Destaca el diseño de Rambo, a quien inmediatamente se le reconoce, con la cinta en el pelo, el torso desnudo, la metralleta y los pantalones militares. El movimiento es correcto y aporta una opción novedosa: podemos cambiar el armamento que estamos utilizando —metralleta, cuchillo, etc—. Los escenarios no son tan buenos como los de “Ikari Warriors” o “Mercenario”, pero superan ampliamente a “Commando”. El scroll es suave, lo que permite que nos movamos con bastante libertad por la jungla.

Nuestro objetivo es infiltrarnos en un campamento enemigo, liberar a los prisioneros y conducirles, sanos y a salvo, a un helicóptero que nos aguarda en las proximidades. Una vez entremos en el aparato volador, podremos regresar para rescatar a los demás prisioneros de guerra y huir.


 
La música, compuesta por Martin Galway, es bastante buena. Tanto, que no se limita al menú, sino que continuará cuando estemos jugando; disimulando la ausencia de efectos sonoros del videojuego.
 
El videojuego, aparte de Martin Galway, fue creado por Bill Barna, David Collier, Tony Pomfret y Steve Wahid.
 
El hecho de que no nos tengamos que limitar a avanzar y matar enemigos, sino que el sistema de juego esté salpicado de pequeñas dosis de videoaventura es, quizá, su mayor acierto. También —aunque en “Ikari Warriors” podíamos pilotar un tanque— resulta novedoso que podamos ponernos a los mandos de un helicóptero. Aunque, personalmente, creo que nunca llegué a pasarme esta parte del videojuego.
 
Como ya dije, al principio de este análisis, es uno de los más flojos de este estilo; aún así es un videojuego disfrutable, si se juega sin demasiadas pretensiones. 

Además, fue una de las primeras adaptaciones que se hicieron de una película de Hollywood. Ahora, es lo normal. A veces, incluso sale antes el videojuego que la película. Pero en aquel momento, todavía no era lo común.
 
Después vino una segunda parte —en realidad se trataba de Rambo III—, a la que no pude jugar en su momento.; pero a la que intentaré jugar ahora, para escribir un nuevo análisis y comprobar, de primera mano, si la segunda parte superó o no a la primera.


De todas formas, si queréis un emulador gratis y no sabéis cual, mirad este enlace de los compañeros de Amstrad Esp -uno de los mejores sitios para saber más del Amstrad y donde podréis encontrar gran variedad de títulos clásicos y nuevos; sí, la escena retro está viva, aunque cada vez más parada en el caso concreto de Amstrad.

En caso, de que no sepáis o tengáis alguna duda o curiosidad al respecto, decidmelo en los comentarios, y os aclararé todo lo que esté en mi mano.