TÉCNICAMENTE
SOBRESALIENTE, PERO POCO MÁS.
“Las aventuras de Tadeo
Jones” es una película de animación que puede sacar pecho y
tutear a cualquier producción venida de allende los mares, a pesar
de las abismales diferencias de presupuesto y medios existentes entre
esta película y las producciones de Hollywood; nada tiene que
envidiar a la última propuesta fílmica nacida en los estudios
Pixar, Dreamworks o
cualquier otra productora dedicada a la animación digital en lo que
se refiere a los apartados puramente técnicos.
La
película, dirigida por Enrique Gato, está repleta de aciertos,
como, por ejemplo, un personaje protagonista carismático y perdedor
que bien podría haber parido la mente de JAN -prestigioso guionista
y dibujantes de historietas que nos regaló la creación de uno de
los iconos de la historieta: SuperLopez-; a quien el director de este
filme homenajeó en su primer cortometraje de animación, un
ejercicio sin paliativos de yo me lo guiso, yo me lo como, titulado:
“Superlopez contra el robot de bolsillo”.
Tadeo
es un zoquete de buen corazón, capaz de perpetrar heroicidades sin
pretenderlo, quien ya había aparecido en un par de cortometrajes
previos, dirigidos también por Gato. Su contrapartida femenina,
Sara, no se queda a la zaga; jovencita de armas tomar, quien desborda
una sensualidad poco acostumbrada en este tipo de producciones; lo
que permite darle un toque picantón a alguno de los chistes
visuales más logrados -siempre mostrados de soslayo o en segundo
plano-; así como propiciar una escena romántica donde podemos ver
un beso apasionado entre dos personajes animados. También podemos
encontrar algo -poco, por desgracia- de mala leche en ciertas
parodias y un “pseudohumor” negro blanqueado. Aparte, claro, de
escenarios exóticos y monumentales recreados con un realismo
sublime, cuya irrealidad solo se distingue por la presencia de los
personajes con el aspecto caricaturésco marca JAN. E infinidad de
guiños al cine de aventuras de los ochenta y en especial a la saga
de Indiana Jones.
Nos
encontramos ante una película interesante y necesaria dentro de la
filmografía española, pero ni por asomo redonda. Los personajes
secundarios están desaprovechados y resultan algo descafeinados en
su mayoría -no en su diseño, sino en su desarrollo y diálogos-;
ninguno de ellos acaba de ser tan graciosos como da la impresión que
pretenden serlo, aunque haya alguna escena divertida y el producto
final es lo bastante entretenido como para que guste a la mayoría
del público y pueda verse con una sonrisa dibujada en la boca.
La
pena es que da la impresión de que el temor a desagradar a algún
sector del público, y que esto afecte a la taquilla, ha provocado
que la película no oscile hacia el humor cafre -aunque sin
obscenidades- y comedidamente gamberro de “SuperLopez”, ni
tampoco hacia la aventura desenfrenada de las primeras tres películas
de Indiana Jones, quedándose en tierra de nadie; es decir, no es una
película que nos hará reírnos hasta la extenuación y tampoco nos
hará clavar las uñas en los brazos de las butacas fruto de la
emoción. Se deja ver, sin más.
Quizá
por miedo al fracaso, los responsables de “Las aventuras de Tadeo
Jones” no se atreven a salirse un ápice del patrón universal que
parece haberse establecido a la hora de afrontar una película
digital: canciones pegadizas; actores populares de televisión o cine
poniendo voz a los personajes; diseños pensados para el
merchandising; personajes secuendarios cargantes, que pretenden ser
el alivio cómico del filme; acción trepidante, aunque de cartón
piedra, donde no existe la percepción de verdadero riesgo y los
protagonistas se enzarzan con los villanos en medio de escenarios más
propio de un videojuego de plataformas que de una película; humor
políticamente correcto -aunque aquí si se muestra más valentía,
con algunas gotas puramente autóctonas-, por si acaso; argumentos
tan fáciles de seguir como previsible; ciertas concesiones para
poder vender el producto internacionalmente, como la secuencia del
torero -graciosa, pero que ahonda en los insufribles tópicos-...
Pero
estos no son defectos exclusivos de esta película, no nos llevemos a
equívoco, sino que empieza a ser una peligrosa constante lo de nadar
y guardar la ropa en las películas de animación; salvo horronsas
excepciones, claro.
Esperemos
que esta tendencia se corrija pronto, pues podría ser la losa que
provocara que el talento existente en este mundillo digital quedase
enterrado y sometido a los ferreos estudios de mercado; y no hay que
olvidar que la animación -tanto la infográfica como la artesanal-
nacieron con vocación de expresión artística.
“Las
aventuras de Tadeo Jones” no se salva de dicha tendencia, pero
resulta un producto digno, que merece verse sin demasiadas
pretensiones y que, visto así, a buen seguro puede disfrutarse por
menores y adultos, como ya pasó con otra producción española:
“Planet 51”.
El mencionado corto de SuperLopez