jueves, 27 de septiembre de 2012

Noches Frikis 02


Sí, amigos. Esta noche friki solo podrán soportarla aquellos fuertes de corazón y con muchas ganas de pasar unas suculentas horas perdiendo el tiempo. 

El primer plato ya es durillo. 

La adaptación que se hizo de “Bola de Dragón”. Un esperpento de dimensiones mayúsculas. Me pasé la mayor parte del tiempo enfrascado en una encarnizada lucha entre mis dos partes del yo: una quería apagar la televisión y dejar de ver aquella tontería; la otra, estaba totalmente seducida por la absoluta falta de escrúpulos y de vergüenza de quienes había dedicado esfuerzo y dinero –poco, imagino- a perpetrar semejante bodrio. 

He de confesar que nunca fui aficionado a la serie de dibujos animados que emitían por televisión, y en lo que se refiere a los mangas editados por Planeta en cuadernillos, al estilo cómic book americano, solo disfruté con los primeros quince números… así que no me invadió un deseo de inmolarme, cuando empezaron a desfilar los títulos de crédito finales. Pero qué duro va a ser sobrevivir al visionado para aquellos que fueran –o sean- aficionados a Akira Toriyama o a “Bola de Dragón”. 

Aun así, esta película es infinitamente superior a la que se hizo recientemente en los USA –esa si que es para cortarse la venas-. 

Nota para los aficionados: algunos nombres no concuerdan, porque no tenían los derechos y los cambiaron para ahorrarse unas perrillas.

¿Todavía no habéis huido a refugiaros en vuestras casas, cual asustadas doncellas? ¿Aún queréis saber cuáles son los dos platos que nos quedan por degustar? 

Vosotros lo habéis querido. Vamos a por más películas horribles.


 El segundo plato: “El delirante mundo de los Feebles”. 

Marionetas, al estilo teleñecos, haciendo todo tipo de cochinadas y cantando... Esta película tuve que dejar de verla porque me dio muchísimo asco una escena, y me costó seguir viéndola. No cometáis el error que cometí yo, y no la veáis mientras coméis. Si es que, en el fondo, soy de lo más sensible. Más adelante, cuando consiga una copia con mayor calidad y con subtítulos –para poder enterarme de los números musicales- prometo verla entera. Además, es el segundo largometraje de Peter Jackson en su época más macarra; y solo por eso, merece una oportunidad.





Como supongo que ya se os habrá atragantado la cena, dejo la película más digerible para el final.

 Es nuestras noches frikis no podría faltar el maestro Mario Baba. Ojo, que es un director genial. De hecho, dos de sus pelis están en la lista de mis cien películas favoritas -que algún día colgaré en el blog-. Pero también hizo cosas muy frikis; la que más: tener un hijo –Lamberto Baba- sin talento para el cine que decidió dedicarse –muy a nuestro pesar- a seguir la estela de Papá Baba. 

Pero dejemos al hijo, que tarde o temprano aparecerá en esta sección, y centrémonos en “Diabolik”. 

La película adapta las andanzas de un conocidísimo personaje del cómic italiano; una suerte de Batman-ladrón. ¡Si hasta tiene una base secreta, qué para sí quisiera el mismísimo Batman! 

La primera parte de la película es divertidísima y tiene un ritmo endiablado… El último tramo, en cambio, es una especie de vuelta de tuerca para hacer una segunda parte, y resulta infumable. 

Ah, el traje es chulísimo, el motivo por el que roba buenísimo y la música la pone Morricone. Vamos, que esta hay que verla, sí o sí.